Las ramas y hojas naturales aportan un toque fresco y elegante a cualquier decoración, pero con el paso del tiempo tienden a secarse y perder su color. Una de las técnicas más sencillas y efectivas para mantener su belleza por mucho más tiempo es preservarlas con glicerina vegetal. Este método mantiene la flexibilidad de las hojas, evita que se rompan con facilidad y prolonga su apariencia natural, ideal para arreglos florales, coronas decorativas o proyectos de manualidades.
¿Por qué usar glicerina?
La glicerina actúa como un sustituto del agua en el follaje: las plantas absorben la mezcla y, en lugar de resecarse, se mantienen flexibles y con un aspecto vivo durante meses o incluso años. A diferencia del secado tradicional, que deja las ramas quebradizas, la preservación con glicerina conserva una textura más realista y duradera.
MATERIALES:
* Ramas frescas o follaje (preferentemente recién cortadas).
* Glicerina vegetal líquida (se consigue en farmacias o tiendas naturistas).
* Un recipiente de vidrio o plástico.
* Tijeras de podar.
PROCEDIMIENTO:
1.- Selecciona las ramas y hojas adecuadas
Elige hojas de consistencia firme y ramas no demasiado leñosas. Las especies con hojas anchas (como eucalipto, laurel, magnolia) suelen dar mejores resultados.
2.- Prepara la mezcla de glicerina
Mezcla una parte de glicerina con dos partes de agua. El agua debe estar tibia para ayudar a disolver la glicerina correctamente. Deja enfriar por completo la mezcla
3.- Corta las ramas en diagonal
Haz un corte inclinado en el extremo de los tallos para favorecer la absorción del líquido. Si la rama es muy gruesa, puedes golpear suavemente el extremo con un martillo para abrir fibras y facilitar la entrada de la mezcla.
4.- Coloca las ramas en el recipiente
Introduce los tallos en la solución de glicerina y agua, asegurándote de que al menos 8–10 cm de cada tallo queden sumergidos.
5.- Deja reposar
Mantén las ramas en un lugar fresco y oscuro durante 2 semanas o más dependiendo del tipo de follaje. Sabrás que el proceso terminó cuando las hojas cambien ligeramente de color (a un tono más oscuro o brillante) y se sientan flexibles al tacto.
6.- Retira y seca
Una vez preservadas, saca las ramas y sécalas suavemente con un paño para eliminar el exceso de glicerina. Haz un corte recto en el tallo y cuelga boca abajo durante un día completo, para evitar que el liquido salga por el tallo y se absorva totalmente hacia las hojas.
CONSEJOS DE UTILIDAD:
* Evita exponer las ramas preservadas directamente al sol, ya que podría alterar el color.
* Esta técnica no solo funciona con hojas o ramas, sino también con cierto tipo de flores.
USOS PARA EL FOLLAJE PRESERVADO:
* Arreglos florales permanentes.
* Centros de mesa rústicos.
* Guirnaldas y coronas decorativas.
* Manualidades de temporada, como adornos otoñales o navideños.
Con este sencillo procedimiento, tus ramas y follaje conservarán su frescura por mucho más tiempo, convirtiéndose en un material versátil para todo tipo de proyectos creativos.
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