Las suaves y delicadas tonalidades pastel son ideales para la decoración de una habitación de niña. Colores como el lila (o lavanda), beige, salmón, azul claro, verde menta y rosa claro lucen de manera adecuada y proporcionan suficiente luz para un dormitorio infantil. Usa este tipo de tonos para pintar las paredes de la habitación. Debido a su claridad, puedes pintar todas las paredes o si te parece demasiado saturado, puedes elegir pintar solo una o dos paredes, pintando el resto de blanco o de otro tono bajo. Combina al mismo tiempo elementos decorativos que complementen a las paredes, como cortinas, cojines, edredones, marcos y lamparas. Otra buena idea es utilizar solo acentos de color, usando este tono para pintar muebles, puertas o marcos de ventana y dejando las paredes en color blanco.
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